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El caso de Colombia es especialmente particular, más específicamente en la ciudad de Medellín, que fue el territorio que vivió en primera fila el auge y la guerra contra el narcotráfico. Durante la década de los 80's y principios de los 90's, Medellín era considerada la ciudad más violenta y peligrosa del mundo. De acuerdo con cifras de la comisión de la verdad, en estos años, llegaron a registrarse por lo menos 20 asesinatos por día en la ciudad, todos relacionados al narcotráfico.
Pablo Escobar, fue un hombre que no solo dejó una huella marcada con sangre en la sociedad del país, sino que además es el culpable de que muchas veces los colombianos sigamos siendo estigmatizados en diferentes lugares del mundo, bajo el prejuicio de "narcos". Pero no solo eso, gracias al endiosamiento de personajes tan repudiables como este, la creciente popularización de los hechos acontecidos hace ya casi 40 años y sobre todo la pésima manera en que ha sido contada la historia, han generado una percepción errónea frente a este conflicto que ha azotado al país.
Y es que la construcción de esta retórica ha convertido a la ciudad de Medellín en un narco museo, para personas que vienen a hacer el llamado narco turismo, que no es más que la glorificación de la violencia. Según algunos estudios realizados, en Medellín existe una oferta de alrededor de 15 narco tours, una cifra simplemente absurda para una ciudad que tiene tanto que ofrecer.
A pesar del pleno conocimiento del daño que Pablo Escobar generó para Medellín, a pesar de ser conscientes del derramamiento de sangre, a pesar de saber que fue él, el culpable de la estigmatización al país y la ciudad, y a pesar de que las autoridades han intentado por todos los medios desinstalar este discurso en la mente de los ciudadanos y los turistas, hay personas que caen en el negacionismo histórico y siguen tratando a figuras como la de Escobar, como si de un ídolo se tratara. Ya va siendo hora de que maduremos como sociedad y dejemos de lado la glorificación a personajes que lo único que hicieron fue ensuciar nuestra tierra y corromper nuestras mentes. Este presunto ídolo, se hizo pasar por buen samaritano para ocultar sus verdaderos intereses y los orígenes de su fantástica fortuna, asesinó y mandó a asesinar a cientos de compatriotas, este ídolo sedujo a niñas y adolescentes bajo el engaño de remuneraciones económicas. Este ídolo nos obligó a vivir con miedo. Ahí tienen a su Hij#$!&@ ídolo pintado.
