La sede de Medellín de la Universidad de Antioquia cuenta con más de 100 programas de pregrado, en los que un 39,26% de los estudiantes matriculados en el semestre 2024-2 proviene de municipios de fuera del Valle de Aburrá. Esto significa que de cada 10 estudiantes de la UdeA, entre 3 y 4 son foráneos.
La vida foránea implica gastos económicos para sostenimiento que se dan en condiciones diferentes a las de un lugareño. Arriendo, alimentación y transporte son algunos de los gastos normales para un foráneo, y que los locales pueden tener cubiertos. Teniendo en cuenta que Medellín encabeza la lista de ciudades colombianas más caras para vivir, resulta lógico preguntarnos ¿Cuánto le cuesta a los foráneos de la sede Medellín de la UdeA su foraneidad?
¿Cuántos y de dónde vienen los foráneos?
En Ciudad Universitaria y otras sedes en Medellín de la UdeA hay 21.264 estudiantes matriculados en el semestre 2024-2 (con fecha de corte del 26 de agosto); de ellos 8.348 proceden de municipios de fuera del Valle de Aburrá. 12.916 son no foráneos para objeto de esta investigación.
Los foráneos de la sede de Medellín en la UdeA son una muestra variada de todo el país, hay estudiantes de 31 de los 32 departamentos, el único que no tiene ninguna representación en 2024-2 es Guainía. Sin contar con los estudiantes provenientes de otras regiones de Antioquia, los departamentos de Córdoba, Nariño y Caldas son los que envían más jóvenes a estudiar en Medellín. Aunque no sorprende que Córdoba encabece la lista, si se hace curioso que regiones que geográficamente están muy alejadas de Antioquia, como Nariño y Norte de Santander, atraigan estudiantes hasta esta tierra.
Los 3 pregrados con más foráneos matriculados en 2024-2, son: medicina, con 901; seguido por ingeniería civil con 352 y en tercer lugar ingeniería industrial con 328. Estas, a su vez, son las carreras con más estudiantes matriculados de la sede Medellín. Los 1.581 foráneos matriculados en estas tres carreras representan un 18,8% del total de foráneos inscritos este semestre, si bien es una gran cantidad de estudiantes, esto también nos habla de la dispersión en las carreras de los foráneos, pues algunos de ellos vienen hasta la UdeA por la oferta de algunas carreras particulares que muy pocas o ninguna otra universidad pública ofrecen.
Diego, Ana, Santiago y Karol son estudiantes foráneos de la UdeA. Diego es de Arauquita, Arauca, y estudia bioingeniería; Ana y Santiago estudian comunicación audiovisual, ella viene de Ibagué, Tolima y él de Pasto, nariño; y Karol vino desde Cúcuta, Norte de Santander para estudiar periodismo. Los cuatro tienen en común la decisión de mudarse hasta Medellín para estudiar en la UdeA, pues es la única universidad pública que ofrece el programa que a ellos les apasiona.
¿Cuánto cuesta tu "foraneidad"?
Cómo ya se ha mencionado, Medellín es la ciudad más cara de Colombia. Así qué para que un foráneo pueda vivir en Medellín debe afrontar mayores retos económicos. Muchos de ellos provienen de lugares en donde el costo de vida es mucho menor, al llegar a Medellín descubren lo costosa que puede ser esta ciudad, incluso pueden llegar a gastar el doble de dinero de lo que necesitaban antes de vivir en este valle.
Según una encuesta que realizamos entre foráneos de la UdeA, más del 70% de los estudiantes foráneos matriculados en la sede Medellín viven con $1.500.000 o menos. El 34,2% de los foráneos viven con menos de $1.000.000, y tan solo un 11,7% viven con más de $2.000.000.
Un foráneo que sobrevive con $1.500.000 por lo general arrienda habitaciones cerca de la U para ahorrarse los pasajes, o podría arrendar un apartaestudio en sectores como Aranjuez, Campo Valdés, o Prado y llegar caminando hasta la Universidad.
Los que viven con más de $2.000.000 pueden vivir en lugares con mejores condiciones, pagar transporte con más tranquilidad, y no tienen que preocuparse por el costo de su alimentación.
Por otro lado, quienes viven con $1.000.000 o menos están obligados a vivir en habitaciones pequeñas cerca a la universidad, para ahorrarse el transporte, y el dinero para su alimentación es inestable, haciendo que algunos sacrifiquen alguna de las tres comidas del día.
Estos gastos los cubren los propios foráneos trabajando mientras estudian, o sus familias enviándoles dinero. Trabajar implica que tengan menos tiempo para estudiar, parchar o incluso dormir. Por otra parte, cuando son los padres los encargados de enviar el dinero para su subsistencia es problemático cuando ellos no tienen un ingreso mensual fijo, cuando de su salario dependen más miembros de la familia, o cuando sus ingresos son muy bajos para garantizar a sus hijos una vida digna en Medellín.
Diego es uno de esos foráneos que depende económicamente de su padre, pero él no tiene un ingreso mensual fijo, el padre de Diego es porcicultor y vive del día a día. A Diego le envían dinero quincenalmente, y no todas las quincenas le llega la misma cantidad de dinero, depende de la economía de su padre. Y cuando en la quincena le llega muy poco, la situación económica de Diego es afectada lo cual se refleja en el recorte de gastos que debe hacer para su permanencia en la universidad.
El 49% de los foráneos matriculados en la UdeA -sede Medellín- tiene a sus familiares como únicos responsables de sus gastos, mientras el 15,3% trabajan para cubrir sus gastos. El otro 35,8% recibe ingresos mixtos.
¿Cuánto cuesta tu pieza?
Según las recomendaciones de ingresos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) un arriendo no debe superar el 40% de los ingresos recibidos. Con base en la encuesta que realizamos, para la mayoría de foráneos el arriendo ideal debería rondar los 600.000 pesos, ya que más del 70% sobrevive con $1.500.000 o menos. Pero lo cierto es que solamente el 34,8% de los foráneos encuestados pagan un arriendo igual o inferior a 600.000 pesos.
Según nuestra investigación de precios de arriendo, si seguimos las indicaciones de la OCDE del arriendo ideal en $600.000, un foráneo tendría que vivir en una habitación, no podría vivir en un apartamento, o si tiene suerte puede encontrar un apartaestudio que ronde esa cifra, ya que no son muy frecuentes.
El 26,6% de los foráneos encuestados paga de arriendo entre $400.000 y $600.000, ellos podrían estar viviendo en habitaciones en las inmediaciones de la UdeA, pues el rango de arriendo de estos sectores está entre esas dos cifras. Diego, Ana y Karol, son algunos de esos foráneos que viven cerca de la universidad. Los tres viven en edificios a solo una cuadra de distancia y el precio que pagan ronda los $600.000. Pero también podrían estar viviendo en otros municipios del Valle de Aburrá en los que si bien pagarían menos por arriendo, gastan más en transporte.
Un 22,6% de los encuestados paga arriendo mayor a $800.000, ellos podrían estar viviendo en sectores como Laureles, Belén y Los Colores. Compartiendo habitaciones, o viviendo directamente en apartaestudios, e incluso apartamentos.
Y también resalta la presencia de un 17,1% de personas que no pagan arriendo, la mayoría de ellas porque viven con familiares que residen en Medellín o el Valle de Aburrá.
¿Dónde viven los foráneos en el Valle de Aburrá?
*Fuente: Encuesta propia realizada a foráneos de la UdeA
¿Cuánto te cuesta comer?
El promedio de una canasta básica para un estudiante foráneo al mes es de $272.977 pesos. Esto basado en cifras que recogimos en supermercados como el D1, Ara, y La Vaquita. En esta canasta básica incluimos los implementos que se ven en la siguiente gráfica. Pero esto no es necesariamente lo que le cuesta a un foráneo su alimentación en Medellín.
La alimentación depende de muchos factores. Los foráneos que viven con familia, no necesariamente pagan alimentación; algunos foráneos no mercan para cocinar sino que pagan su alimentación en un restaurante que les venda la comida de forma mensual, esta alimentación, en la mayoría de sus casos, incluye almuerzos y cenas, su precio está entre los $350.000 y los $500.000; otros reciben el servicio de alimentación de la UdeA, que incluye el almuerzo, por lo que el precio de lo que tienen que pagar se reduce.
Pero existen algunos casos en los que lo que se paga en alimentación es incluso mayor que lo que se paga en arriendo. Diego es un ejemplo de ello, pues él hace ejercicio y esto le exige llevar una dieta específica que incluye suplementos proteicos y mayor cantidad de comida, esto acaba impactando mucho más en lo que deben pagar, él paga cerca de $1’000.000 mensual en alimentación.
También hay casos de personas que tienen que saltarse comidas, o comer muy poco para poder sobrevivir el mes. De hecho, en nuestra encuesta descubrimos que algunos foráneos se privan de una de las tres comidas al día para poder sostener todos sus gastos en la ciudad. Un 38.7% de los encuestados comen menos de tres veces al día. Mientras que un 61.3% sí come tres comidas al día e incluso más.
En el siguiente short podrás escuchar de la voz de los protagonistas cuánto cuesta comer cuesta comer siendo foráneo.
¿Trabajas para sobrevivir?
De los foráneos encuestados, 63 trabajan para sostener sus gastos en la ciudad. Solo 19 de ellos reciben apoyo económico adicional de su familia. Entre los trabajos que realizan los foráneos encontramos: tutorías, trabajos de traducción, trabajos de fines de semana en restaurantes o tiendas, entre otros tantos.
Algunos estudiantes encuentran en la universidad dos programas de apoyo para generar ingresos trabajando para la universidad: el Sistema de Estímulos Académicos (SEA), que consiste en la opción de ser monitores, auxiliares administrativos, auxiliares de programación y docentes auxiliares de cátedra que apoyan los procesos en la universidad, a cambio de un estímulo económico; y el DOMO es un programa de Bienestar, creado con para brindar oportunidades laborales a estudiantes, aportando a su permanencia académica y graduación. El 45% de los estudiantes que están en él SEA son foráneos. El 47% de los estudiantes que están en el DOMO son foráneos.
Adriana Ruiz, psicóloga especialista en medicina y evaluación psicológica, afirma que el factor económico de los estudiantes foráneos es importante, pues muchos de ellos deben de trabajar para poder sustentarse, pero esto implica que no puedan cumplir con su proceso formativo universitario de la mejor forma, cuando la prioridad debería ser cumplir con su proceso.
¿Cómo se transportan?
El transporte es uno de los servicios en los que menos gasta un foráneo, ya sea porque vive cerca de la universidad, o porque se transporta a pie o en bicicleta, esto implica que ahorran el gasto de transporte. El 32,3% de nuestros encuestados se gasta menos de $50.000 mensuales transportándose, una diferencia significativa en comparación con los habitantes locales que residen en otros lugares del Valle de Aburrá y deben pagar transporte, que generalmente, está por encima de $50.000; pues aunque la cifra exacta está sujeta al número de transportes que use, el municipio en el que viva o el tipo de tarjeta Cívica que tenga, al mes gastan más que eso.
Pero el transporte para un foráneo no necesariamente depende de su viajes a la universidad. Cuánto se gasta en transportarse puede ser subjetivo, ya que depende de qué tan seguido y a dónde se mueva por el Valle de Aburrá, si necesita transportarse varias veces en un día, ya sea por trabajo u otros asuntos personales como salud, ocio, diligencias, etc.
¿Cuánto te cuesta parchar?
Las actividades fuera de lo académico, son necesarias para mantener una buena salud mental y para sobrellevar la lejanía que tienen con su hogar. Según la psicóloga Adriana Ruíz: “Hay que tener en cuenta toda la afectación de salud mental que puede darse por el traslado de territorio y por el dejar las familias” por esto ella cree necesario que los estudiantes foráneos participen en actividades culturales, o deportivas. Esto para ayudarles a dispersarse de lo académico y llevar un estilo de vida saludable.
Entre los encuestados, lo más común es destinar entre $50.000 y $100.000 para ‘parchar‘ (30,6%), mientras que el 10,2% gastan más de $200.000 al mes en sus actividades de ocio. Estas pueden ir desde ir al cine, actividades culturales, o “juntadas” con sus amigos a tomar cerveza.
Uno de los resultados que surgió de esta investigación, es que para algunos foráneos el parche depende de si sus amigos están dispuestos a invitarlos en las salidas, pues no tienen la capacidad económica para asumir este gasto.
¿Cómo apoya la U a los foráneos?
La Universidad no solo tiene los sistemas DOMO y SEA para beneficio de los foráneos, sino el servicio de alimentación, que consiste en dar almuerzos a los estudiantes que lo solicitan. De hecho, en los años 2020 y 2021 este servicio cambió a un bono para mercar en supermercados seleccionados debido al COVID. Hoy en día el servicio funciona de ambas formas, se brindan tanto bonos, como el servicio de almuerzo.
Actualmente, 1.266 estudiantes beneficiarios de este servicio son originarios de municipios diferentes al Área Metropolitana del Valle de Aburrá.
Existen otros programas de apoyo a los estudiantes universitarios, si bien no son exclusivamente para foráneos, ellos los aprovechan para hacer de su estadía en la ciudad algo más económica. Por ejemplo, el Estado colombiano tiene el programa Renta Joven, que consiste en brindar un apoyo económico a los estudiantes de educación superior con el propósito de facilitar su permanencia en las instituciones de educación superior. Además la Alcaldía de Medellín maneja el programa de Tiquete estudiantil, este consiste en la reducción del precio que deben pagar los estudiantes para hacer uso del Sistema Metro.
¿Cómo le va a los foráneos?
Sumado a lo costoso que podría llegar a ser la vida en Medellín para un estudiante foráneo. Hay factores emocionales o externos que pueden llegar a afectar su permanencia en la universidad. Adriana Ruíz dice: “el tema de los recursos económicos es un tema que toca muy fuertemente la salud mental, puede generar depresiones, liberar ansiedad, puede generar alto riesgo de abandono”.
Este año la UdeA estuvo detenida por cerca de tres meses debido a una crisis por violencias basadas en género (VBG) y desfinanciación universitaria. Durante este periodo muchos foráneos enfrentaron dudas sobre cómo proseguir ante la incertidumbre del regreso a clases y el estar detenidos durante tanto tiempo gastando sus recursos o los de su familia con la incertidumbre sobre lo que iba a pasar. Karol, fue una de esas foráneas que estuvo a punto de abandonar a raíz de la asamblea, ella nos contó cómo su familia le dijo en una ocasión que se devolviera para Cúcuta porque en Medellín no estaba haciendo nada, pero ella decidió quedarse, aunque lo que le dijó su familia la hiciera dudar.
Vimos cómo algunos foráneos con el propósito de cumplir su sueño de estudiar la carrera que quieren en una universidad pública, tienen que vivir en condiciones difíciles, pues su alimentación no es la mejor ni las condiciones de sus viviendas, y mucho menos cuentan con los recursos para disfrutar de la oferta cultural de Medellín.
Para otros es más fácil costearse la vida en la ciudad, ya sea porque sus padres los mantienen, o porque tienen trabajos que les permiten sustentarse, aunque estos entorpezcan su ciclo académico. Ellos pueden disfrutar de mejores condiciones alimenticias, y parchar con menos miedo a quedarse cortos de dinero.
Lo que sí comparten todos es que su permanencia en la universidad puede pender de un hilo, cuando un pago se retrasa, una facultad se detiene, o en una quincena llega menos de lo esperado.
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