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event 16 Mayo 2024
schedule 11 min.
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Diego Fernando Vega Granados
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El Estadio Olímpico del Sol: el fin de una era en Sogamoso

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Las garras de la demolición llegaron al estadio de Sogamoso a inicios de junio del 2022. Una infraestructura iniciada por el pueblo y que con el paso del tiempo vio crecer a deportistas que con trabajo y esfuerzo destacaron a nivel nacional y mundial. Ahora, se está construyendo el Estadio del Sol, un espacio propicio para campeonatos de fútbol, pero que dejará de lado el atletismo, un deporte que hizo brillar al municipio.

Estadio

Estadio Olímpico del Sol de Sogamoso en el 2013. Fotografía: Pipesangar.

Recuerdo perfectamente el último partido que disputé allí, la final de los Intercolegiados 2018 de Sogamoso, Boyacá. Las graderías estaban en mal estado, descompuestas, con maleza y basura. La zona de locución no tenía vidrios y sus paredes estaban agrietadas. Rodó la pelota por un césped descuidado, seco, pelado, con huecos y baches; pero, luego de un momento, aquel recinto destruido y desolado seconvirtió en un templo.

Empezaron a sonar bombos, trompetas y platillos. Había llegado la banda de mi colegio y con ella, una buena cantidad de estudiantes que nos venían a apoyar. Me ericé con cada aliento; al sentir cómo el deporte hacía vibrar los corazones y de ver cómo renacía, por un instante, la esencia del estadio. Aquel que vio crecer a muchos de los que estábamos en ese momento corriendo, gambeteando, gritando, llorando.

La ansiedad y presión nos ganaron en los penales, en aquel arco sur. Atrás de este había un portón blanco con dos columnas rojas a los lados, en lo alto formaban una intersección con unas vigas metálicas, que se unían para elevar la llama olímpica, símbolo principal del Estadio Olímpico del Sol, insignia del deporte en Boyacá, que fue demolido el 4 de junio de 2022 porque presentaba fallas estructurales.

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Para el año 2019, una de las paredes laterales de la puerta principal del Estadio se derrumbó. Fotografía: Archivo Hernán Peña Patiño.

Ahora, en ese lugar, se encuentran unas láminas color naranja que se difuminan en el centro, hasta volverse amarillo, formando un semicírculo que junto a los ladrillos del piso forman un sol. Esta es la parte externa de la gradería del nuevo estadio, una construcción que va a enterrar la obra cívica realizada por el pueblo y desamparará a muchos atletas al dejarlos sin una pista donde entrenar.

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Fachada de la única tribuna construida del Estadio el Sol en enero de 2024. Fotografía: Diego Fernando Vega Granados.

El recuerdo de la obra cívica sogamoseña

En la segunda mitad del siglo XX, Sogamoso estaba creciendo, las industrias empezaron a arribar al norte de la ciudad y con ellas, la necesidad de tener espacios deportivos para las familias. Por esta urgencia, un grupo de personas de la ciudad «empezarían a gestar el proyecto cívico más importante de Sogamoso, la construcción del estadio», tal como lo dice el periodista deportivo Miguel Ángel García en su documental Estadio Olímpico del Sol, "La muestra más grande del civismo sogamoseño", publicado en el año 2022.

Estas personas crearon el Comité Pro Estadio, una entidad que se encargó de recoger fondos y buscar el terreno de la construcción. En 1964 se realizó la primera de varias “Marchas de ladrillos”, eventos simbólicos que, como lo dice el historiador Jaime Vargas Izquierdo para el documental, despertaban el civismo de la gente mediante el aporte voluntario de ladrillos.

A sus 74 años, Domingo Tibaduiza, competidor olímpico sogamoseño y uno de los atletas más representativos de Colombia, recuerda este acto de solidaridad de la gente para construir el estadio. «Yo tendría mis 13 años y alcancé a participar y ver a la gente llevando sus ladrillos. Recuerdo que cada vecino llevaba de a 20 ladrillos, 10 ladrillos, en un camión o en algún transporte de caballo», menciona el ganador de la maratón de Berlín 1982, quien no estuvo presente el día de la inauguración porque ya vivía en Bogotá.

La construcción duró cuatro años y con un partido de fútbol jugado el 20 de julio de 1967 se inauguró el padre de los estadios de Boyacá. «Eso estaba lleno, llegaban buses llenísimos, llegó muchísima gente», cuenta el entrenador Reinaldo Pérez, quien, aunque tenía solo cinco años de edad, recuerda con una gran sonrisa que estuvo viendo la fecha oficial de la liga colombiana que lo inauguró: Deportes Tolima contra el Deportivo Pereira.

El narrador del partido fue quien nombró el estadio. Así lo recuerda en el documental, el periodista y miembro del Comité Pro Estadio, César Rodríguez Granados: «Llegó el día de la inauguración y no tenía nombre, era el Estadio de Sogamoso. En la transmisión Alberto Piedrahíta Pacheco -Narrador de RCN- dijo que estaba transmitiendo desde el Estadio Olímpico del Sol de Sogamoso y así quedó bautizado».

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Martín Cochise fue el Campeón de la Vuelta Colombia en 1966. Fotografía: Semanario Ciudad del Sol. Edición: mayo 25 al 31 de 1966.

El recinto adquirió mucha importancia a nivel nacional, tanto que «es el único escenario deportivo – estadio - donde una Vuelta Colombia ha entrado», comenta García. Fue el 29 de mayo de 1966. La penúltima etapa de la Vuelta consistió en un recorrido desde Bogotá hasta Sogamoso, culminando en la pista del estadio. Lo que significó, la pre inauguración del recinto frente a una multitud de personas.

Tibaduiza recuerda lo fenomenal que le pareció ese evento porque rememora perfectamente que “un español, Julio de la Torre, uno de los mejores ciclistas del mundo” y el boyacense Serafín Bernal, fueron los que llegaron en los primeros puestos.

Con el paso de los años, los cimientos del estadio empezarían a cargar la historia deportiva de Sogamoso, almacenando en aquellos ladrillos que la población llevó, los recuerdos de los grandes nombres que pisaron sus instalaciones.

Para el profesor Juan Gabriel Ruiz, entrenador de atletismo del Colegio Sugamuxi y del Instituto de Recreación y Deporte de Sogamoso (IRDS), la pista del estadio tenía gran valor histórico. No solo porque fue de las tres primeras a nivel nacional que dejaron de lado el pasto, la tierra y la arcilla para darle paso a un nuevo material, la carbonilla, sino también por los atletas que entrenaron y compitieron allí.

«Ahí entrenó el mejor atleta que ha tenido Colombia en la historia, Domingo Tibaduiza», un nombre que el profesor Juan destaca, ya que participó en cuatro Juegos Olímpicos (1972, 1976, 1980, 1984) y aún conserva los mejores registros nacionales en pruebas de larga distancia. Tibaduiza recuerda la pista con un poco de tristeza, porque para la época estaba en buenas condiciones, pero no logró correr mucho en ella, «Yo alcancé a competir en tres ocasiones cuando era muy joven y después la pista desafortunadamente no la mantuvieron».

Además, la pista vio crecer a la tres veces campeona de maratón en los Juegos Nacionales, María Arias; a la ex Selección Colombia y Campeona Nacional en marcha atlética, Patricia Rojas; a la única colombiana en entrar al podio de la carrera de San Silvestre de Brasil en 1979, Débora Inés Medina y muchos otros deportistas como Javier Guarín, Orlando Plazas o Camila Parra.

La caída de olímpico

A finales de los años 90 se realizó el Campeonato Nacional Intercolegiado, una competencia que convocaba a los mejores deportistas de Colombia y que requería escenarios en óptimas condiciones. Fue en ese momento cuando realizaron la primera intervención a la pista, sin embargo, «Cometieron un error. Para hacerla ver más bonita le echaron tierra sobre la carbonilla y eso empezó a crear raíces. Desde esa época se la tiraron», dice el profesor Juan, quien junto con sus estudiantes debía desyerbarla para poder entrenar.

Desde entonces, la pista empezó a decaer. En el 2012 Tibaduiza volvió a Colombia por ocho meses a preparar al equipo de Boyacá para los Juegos Nacionales. Decidió recorrer con sus estudiantes varios estadios del departamento y cuando llegaron a Sogamoso, se llevó una lamentable noticia; la buena pista donde él compitió ya no funcionaba más.

Según Tibaduiza, a las pistas de carbonilla hay que hacerles mantenimiento cada seis meses y como la última vez que se hizo mantenimiento fue a finales de los 90, estaba prácticamente inservible, tan dañada que levantaba mucho polvo y podía afectar los pulmones de los atletas. «Lo primero que yo hice fue tratar de recuperar la pista, conseguí materiales, pero, a fin de cuentas, no se pudo recuperar, no vi ninguna colaboración de la gente del Instituto de Deportes. Esa situación me pareció muy lamentable, muy triste. Fue la última vez que yo vi la pista».

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La pista no solo era utilizada por los atletas, también era el lugar donde se acondicionaban físicamente los árbitros, taekwondokas y personas en general. Fotografía: Alcaldía Sogamoso 2019.

La segunda intervención coincidió con el último campeonato oficial de atletismo que se realizó en el estadio: el Campeonato Departamental Futuras Estrellas. En el 2017, el deterioro de la pista era evidente, aun así, el profesor Juan se ideó esta competencia como homenaje a los 113 años del Colegio Sugamuxi y con la intención de que los jóvenes compitieran un poco más y no solo lo hicieran para los Intercolegiados.

Se arregló la pista sin saber que ese iba a ser su último baile “oficial”. Se le aplicó un material llamado laminilla y para finalizar, con cal hicieron las marcas de cada carril.  Personas de todo el departamento asistieron al evento y el estadio parecía estar en su mejor momento. «La alegría mía de ver esa grada llena», comenta Ruiz, quien vio a profesores dirigiendo, a jóvenes compitiendo en más de 10 diez pruebas, a padres de familia alentando desde la tribuna y, sobre todo, felicidad en la cara de los niños. «Siento que fue un cierre bonito para un escenario», asegura.

Dos años después le llegó la hora a la cancha de fútbol. Al profesor Reinaldo Pérez, le tocó estar presente en el último partido oficial. Era uno de los técnicos del equipo sub15 de Sogamoso que competía en el Torneo Nacional Difútbol 2019. «Yo fui el último que trabajé allá, la cancha estaba abandonada, estaba grave». Comenta que, tras ganar el primer partido del torneo, los jugadores del equipo oponente «se quejaron por el campo y nos tocó ir a jugar contra los demás equipos en otra cancha. Ya el estadio no daba las condiciones para jugar».

Aun así, el recinto seguía funcionando para los niños que querían jugar un rato al fútbol y para los atletas que intentaban entrenar en la mitad de la cancha que no estaba tan estropeada. Solo fue, hasta que las garras de la demolición pasaron la puerta olímpica.

Para el profesor Juan, recordar ese momento aún lo llena de tristeza. Voltea su mirada, deja de hacer contacto visual y mientras ve hacia el televisor antiguo de la sala, me cuenta la última vez que estuvo en la pista. «Muchachos, este va a ser nuestro último día acá», fue lo que les comentó a sus estudiantes el 4 de junio del 2022, mientras veían la entrada de la maquinaria que lo demolería todo.

«De pronto ustedes no alcanzan a ver la magnitud de lo que esto pudo haber sido para muchos, porque aquí nos formamos, crecimos, tuvimos amistades, la pasamos chévere», recuerda que les dijo a sus alumnos, mientras el encargado de la maquinaria esperaba a que se retiraran rápido. «Nosotros no nos vamos hasta que terminemos este último entrenamiento».

El entrenamiento terminó y con la melancolía de saber que no iban a volver a correr por la pista, salieron del estadio mientras ingresaba la maquinaria encargada de enterrar los cimientos históricos del predio. Vuelve a hacer contacto visual conmigo, sus ojos ya se veían más tranquilos, hasta que, mirando al piso para finalizar el tema, agrega: «Desde ahí no volví. Fue un duelo de año y medio».

El nuevo estadio de Sogamoso

 

Ahora estoy parado frente a la lámina de construcción que rodea al estadio. Veo lo que hay y entiendo lo que fue. Los ladrillos que contenían la memoria deportiva de Sogamoso ya no están.

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Con el evento “primera piedra” realizado el 5 de julio del 2022, el exgobernador Ramiro Barragán dio apertura a la construcción del estadio. Fotografía: Diego Fernando Vega Granados

Hay una pancarta que especifica la inversión de $41.790 millones que tuvo el nuevo estadio y los nombres del exalcalde, Rigoberto Alfonso, y el exgobernador de Boyacá, Ramiro Barragán, que llevaron a cabo la obra. Sin embargo, luego de 18 meses, en diciembre del 2023, los recursos se acabaron y el estadio fue entregado en comodato a la Gobernación de Carlos Amaya, justo antes de finalizar el gobierno de Alfonso, porque según él, la Alcaldía no tenía los recursos para terminar la obra y la gobernación garantizaría su finalización.  

Ya no hay un complejo deportivo, ni pista de atletismo. Por ahora existen unas láminas de colores que cubren la única tribuna construida. Está la zona de acceso enladrillada, con postes de iluminación y sus respectivos parqueaderos. Hay montañas de arena, una excavadora, un minicargador, un mezclador de cemento, carpas que guardan materiales y el inicio de las vigas de la otra tribuna.

Este es el paisaje que se ve del supuestamente más del 62% de avance de la obra que entregó el exalcalde Rigoberto Alfonso. Este es el paisaje que se ve tras cinco meses de la fecha límite de entrega del nuevo Estadio del Sol, una obra que desamparó al atletismo y enterró una parte de la historia deportiva del municipio de Sogamoso.