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event 15 Abril 2024
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Salomé Correa Gómez
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¿Vamos todos juntos?

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Desde hace bastante tiempo la hinchada de Atlético Nacional y las directivas del Club están viviendo unos momentos tensos debido a inconformidades de los hinchas con respecto a las decisiones que toma el Club y a las personas que están a cargo de tomar esas decisiones. La ruptura de la mesa de diálogos entre las barras organizadas y los directivos ha hecho que se pierda la voz de los hinchas, causando rabia entre la mayoría de los aficionados hacia las personas que están sentadas en la mesa directiva del equipo.

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Una buena relación entre la hinchada del equipo y los directivos es cuando ambos van hacia un mismo objetivo, hacer que el equipo sea grande y que gane copas y títulos. En este momento la hinchada de Nacional busca que el equipo vuelva a tener el nivel deportivo que los caracterizaba, que traigan refuerzos de renombre y que haya un buen director técnico. La directivas de Nacional, en este momento, están enfocados más que todo en el proyecto económico del Club, poder superar el desfalco económico y que el Club no desaparezca. Y cuando ambas partes no van por el mismo camino hay fracturas en el equipo y más cuando estás partes no están dispuestas a retomar un diálogo respetuoso, pues hay muchos rencores de por medio. Y al no poderse concretar ese diálogo es imposible que la buena relación pueda volver a construirse, en este caso una de las dos partes debe ceder y es mucho más fácil que renuncien los directivos a cambiar el pensamiento y volver a contentar a una hinchada de miles de persona.  

Para nadie es un secreto que en los últimos años se ha estado viviendo una crisis en el Club. Muchas veces los equipos tienen malas rachas y en el fútbol siempre existe la posibilidad de perder, pero lo que está pasando con Atlético Nacional es algo que va mucho más allá.

Según un informe de la Superintendencia de Sociedades, Atlético Nacional en el 2022 fue el equipo que más ganancias tuvo en Colombia con 70.3 mil millones de pesos. Pese a esto, también fue el equipo que más perdidas presentó, un total de 8.700 millones de pesos, que en gran medida se debieron a la reducción en un 45,3% de la venta de los derechos deportivos. A eso hay que agregarle que la nómina de Atlético Nacional es la más cara del FPC. A marzo de 2023, el Club pagaba 2.800 millones de pesos cada mes a su plantilla de jugadores, seguido del Junior de Barranquilla que paga 2.600 millones de pesos en nómina. 

Cualquier empresa puede pasar por dificultades económicas y Nacional, a fin de cuentas, funciona como una empresa, los directivos tienen que tomar decisiones pensando en mejorar el proyecto económico. Sin embargo, el descontento y la principal razón por la que la hinchada está tan afligida y disgustada es que personas que están en las directivas del Club como el presidente o el vicepresidente ejecutivo, no les importai la camiseta ni los colores verde y blanco, que no son hinchas de Nacional y que son indiferentes a la crisis futbolística y al sentimiento de toda una hinchada.

Benjamín Romero, vicepresidente ejecutivo, Mauricio Navarro, presidente del Club y Carolina Ardila, hija del dueño de Nacional han sido los principales señalados como personas no gratas por los fanáticos del club.

Benjamín Romero es el vicepresidente ejecutivo de Atlético Nacional desde mediados del 2022. Romero es bogotano y trabajó en el departamento de marketing de Millonarios F.C. uno de los rivales históricos de Atlético Nacional. Ambos equipos sostienen esta rivalidad desde el 89 cuando en los cuartos de final de la Copa Libertadores, el árbitro chileno Hernán Silva no pitó un penalti a favor de Millonarios y Nacional terminó pasando y ganando su primera Copa Continental. Desde eso los hinchas de ambos equipos se han odiado, por eso los hinchas del verde se sienten traicionados al ver que Romero siente afinidad por uno de sus más grandes rivales y lo responsabilizan de tomar decisiones que afectan al Club deportivamente.

Carolina Ardila es hija de Antonio José Ardila, dueño de Atlético Nacional, y dueña de la empresa de representación de jugadores Elite Player, que tiene a varios de sus juveniles jugando en el equipo verdiblanco. Su participación dentro del Club es controversial, si bien muchos hinchas la acusan de tomar decisiones que favorezcan a su empresa y no al equipo, además de imponer jugadores representados por ella, la mayoría juveniles sin experiencia en clubes profesionales y de renombre como Nacional, en la plantilla del equipo. Esteban Palillo, director deportivo del Club, afirmó que Ardila “no tiene ningún rol directivo ni administrativo en Atlético Nacional.”

Mauricio Navarro es el presidente de Nacional, el principal disgusto de la hinchada con él es falta de compromiso y sentido de pertenencia por el Club, así como su silencio e indiferencia ante los reclamos y las peticiones de los hinchas.

Desde el año pasado los hinchas están realizando protestas, en su mayoría, pidiendo la salida de Carolina, Benjamín y Navarro. Una de las más contundentes fue cuando aparecieron dos gallinas muertas en las instalaciones de la sede administrativa de Atlético Nacional, con una foto de los directivos pegada, el 20 de enero de 2023. Un claro mensaje hacia Benjamín pues a los hinchas de Millonarios se les llama gallinas despectivamente.

Hinchas de Atlético Nacional colgaron un grupo de gallinas muertas en la sede del club verdolaga en Guarne, acompañadas de la imágen de Benjamín Romero, actual vicepresidente del club (@jcardonaleon/Twitter)

Foto: @jcardonaleon en X.

Todas estas pequeñas tensiones entre hinchada y directivos finalmente explotaron en la previa del partido contra América en abril del 2023, cuando por medio de la cuenta de X de la barra Los Del Sur se anunció que las directivas habían decidido romper lazos con la barra y toda la hinchada en general. Ante esto, las directivas de Atlético Nacional sacaron un comunicado aclarando la situación diciendo que solamente “le suspenderán los beneficios económicos a la barra”, palabras que causaron que hinchas de otros equipos acusaran a Los Del Sur de que “les pagaban por alentar”. Esa noche antes de que los jugadores salieran a la cancha, hubo desmanes y altercados violentos entre el ESMAD y los hinchas, lo que provocó que el partido se aplazara y condenó a Nacional a jugar sin público en las próximas fechas.

Ver la tribuna sur vacía en los partidos que siguieron fue muy duro para los hinchas, más porque varios líderes de las barras terminaron encarcelados o con procesos, debido a los hechos de esa noche.

El hincha de nacional es orgulloso, le gusta ver a su equipo arriba y Nacional los tenía acostumbrados a eso, a ser un equipo que gana copas, que siempre está arriba. Los colores verde y blanco eran temidos por los rivales, pues Atlético Nacional es el más grande de Colombia y lo demostraba en la cancha.

A la fecha de esta columna, el 15 de abril de 2024, pese a que Nacional está en el puesto 10 en la liga después de ganar tres partidos seguidos, llego a estar de penúltimo en la tabla de posiciones y de estar nueve fechas sin ganar ningún partido, además perdió el cupo a la Copa Libertadores después de perder 4-0 contra Nacional de Paraguay.  Este mal desempeño nunca se había visto en la historia del Club.

El hincha de Nacional está dolido, tiene el orgullo herido y como consecuencia de esto y de la falta de espacios de diálogo con los directivos, se presentan situaciones como el hincha que irrumpió en la rueda de prensa a insultar a Jhon Jairo Bodmer, DT en ese momento, y a Carolina después de perder 4-1 con América.

Juan Felipe Ospina es uno de los líderes de la barra de Los Del Sur la loma y durante una emotiva charla sobre la situación de Nacional, en la que incluso se le aguaron los ojos, expresa que anteriormente el presidente y los directores técnicos hacían reuniones con las barras y hablaban sobre la situación del Club y los hacían sentir escuchados. “No había plata, pero uno entendía, porque se tomaban el tiempo de venir a hablar conmigo y venir a escucharme, en cambio las únicas veces que la barra ha tenido relación con Benjamín ha sido en el juzgado”.

Cuando una relación se fractura ya no vuelve a ser la misma de antes, el daño que causa una ruptura es irreparable. Lo único que queda es cortar el vínculo y abrirse a personas nuevas. Esta regla se aplica a la situación que está viviendo Atlético Nacional, pues la relación entre las barras y los directivos ya está muy deteriorada y no hay nada que Navarro, Romero o Carolina puedan hacer para recuperar el vínculo tan estrecho que antes se tenía con la hinchada, pues esta está llena de rabia y rencores hacia ellos, incluso han llegado hasta el extremo de amenazarlos a ellos y a sus familias.

El fútbol no es solamente 22 jugadores corriendo detrás de un balón. Detrás de eso hay un negocio por el cual se benefician muchas personas, entre ellas jugadores, empresarios y toda la estructura técnica y administrativa que hay detrás de un club, y ese negocio es rentable gracias a los millones de fanáticos que ven los partidos y siguen este deporte.

 Una hinchada es una parte importante de un equipo de fútbol, pues son los hinchas los que compran las boletas para ver los juegos, los que compran la camiseta y la mercancía del equipo, los que, con sus tifos, la banda y las banderas hacen que ir al estadio sea una experiencia que pone los pelos de punta y hace que la pasión corra por las venas. Los patrocinios sirven porque hay muchas personas viendo un partido.  Sin embargo, en este momento el hincha no es nada, pues les quitaron la voz y eso duele, en especial cuando has estado más de 15 años yendo a ver a Nacional, cuando te has ido hasta otro país sin plata, sólo por ver jugar a tu equipo como Juan Felipe Ospina.

La hinchada importa y la mala relación entre esta y los directivos afecta incluso hasta a los jugadores. Felipe Aguirre declaró después de la final de la Copa Colombia que “en ocasiones, siendo sinceros, nos sentíamos visitantes en el Atanasio por el problema que había entre la hinchada y los directivos”.

Para muchos el papel de un hincha debería ser reducido a un fanático que sólo compra boletas y mercancía del equipo. A fin de cuentas, Atlético Nacional es una empresa y un negocio, por lo tanto, las barras no deberían involucrarse en decisiones administrativas. Sin embargo, la hinchada tiene derecho a protestar cuando veue el equipo que han seguido desde que tenían diez años, al que han visto ganar títulos y levantar copas, el irigido por personas sin sentido de pertenencia por el equipo, ver que los colores verde y blanco están perdiendo la grandeza y la admiración. Los hinchas tienen rabia de ver a su equipo desempeñarse tan mal futbolísticamente y que pasen los meses y nada cambie.

Y la crisis va a seguir, las protestas van a seguir y el descontento va a ir aumentando. La única posible solución, y la más pacífica, en este momento es que las directivas renuncien, pues no importa si Nacional se recupera futbolísticamente y hasta pueda llegar a ganar algún título, siempre y estén sentados en la mesa directiva de Atlético Nacional y Carolina Ardila siga teniendo una relación directa con el equipo, las barras y los hinchas en general van a estar descontentos y nunca se volverá a cantar en el Atanasio “Vamos todos juntos la hinchada los jugadores…”

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