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event 06 Febrero 2023
schedule 17 min.
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Valeria Ortiz Tabares
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“Hacer una labor preventiva del suicido es un trabajo para los medios de comunicación, es el deber ser”, Abelardo Gómez

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Informar acerca del suicidio es un tema de reflexión para los medios de comunicación, teniendo en cuenta los aumentos que se han presentado en el mundo. Abelardo Gómez, editor y periodista desde hace más de 30 años, comparte su punto de vista al respecto.

 Efecto Werder

 

Ilustración: Valeria Ortiz, con recursos de Canva

 

 

En 1774 se produjo una ola de suicidios luego de la publicación de la novela Las penas del joven Werther, un texto semiautobiográfico del escritor alemán Johann W. Goethe, en el que se narra la desventura de un amor no correspondido y que termina en el suicidio del protagonista. Esta historia tuvo un gran impacto en los jóvenes europeos que se llegaron a sentir identificados con ella, lo que provocó que utilizaran el mismo método para suicidarse. Esto dio origen, a lo que se conoce hoy en día como el ‘Efecto Werther o Copycat’, es decir, una conducta de imitación. Según un artículo publicado por el Consultorio Ético de la Fundación Gabo, “estudios realizados al final del siglo pasado han encontrado la existencia de un contagio de suicidio, que parte de la forma en que los medios de comunicación describen el hecho”. 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año más de 703.000 personas se quitan la vida, lo que corresponde a 80 muertes cada hora.  De acuerdo con el Observatorio de Violencia de Medicina Legal, en Colombia, entre enero y diciembre de 2022 se presentaron 2.835 suicidios, mientras que en todo el 2021 hubo 2.689 casos, lo que equivale a un aumento del 5,1%.  

El 15 de diciembre del 2022 la Personería de Medellín publicó un boletín de prensa haciendo un llamado al aumento de la conducta suicida. Además, según el mismo Observatorio de Violencia, durante el 2021 se presentaron 192 suicidios, mientras que en el 2022 hubo 214.  

Según el panorama que, se estima, continúa en aumento, es necesario que desde los medios de comunicación nos preguntemos de qué manera podemos ayudar a que se prevengan estos casos y, de igual forma, evitar que se cree un ‘Efecto Werther’. Por esto, De la Urbe conversó con el periodista Abelardo Gómez Molina, fundador del medio digital de Pereira, La Cola de Rata, presidente de la asociación Consejo de Redacción y ganador del Reconocimiento Clemente Manuel Zabala 2021, quien, con su mirada como editor por más de 30 años, nos orienta con este tema.  

 Ilustración Abelardo

Ilustración de Stella Maris, suministrada por Abelardo Gómez, reconocido como el mejor editor de Colombia en 2021.

 

¿Cómo se debería informar acerca de un caso de suicidio? 

Creo que es mejor no cubrir suicidios específicos, sino dinámicas sociales completas para asumirlas como un sistema complejo que amerita un estudio que va más allá simplemente de la información causal.  

Procurar hacer todo para que no se repitan esos actos suicidas, para que la gente busque ayuda en determinadas instancias o para que la gente no llegue a eso como un punto extremo, que entienda que puede haber otras posibilidades antes de. Creo que eso es bien importante, hacer una labor preventiva del suicido es un trabajo bien interesante para los medios de comunicación, es el deber ser. Siempre hay que abordar contextos que les den soluciones a las personas que están pensando en la idea suicida.  

¿Qué pasa cuando es una figura pública?  

Yo creo que en estos casos es una oportunidad de oro en medio de la tragedia para que la gente escuche recomendaciones. Los medios de comunicación podemos aprovechar para entregar herramientas a las personas para que detecten alertas de suicidio en sí mismas o en su entorno inmediato; y segundo, para tomar acciones tanto libres e individuales como grupales, ya sea mediante el acompañamiento solidario o, mejor aún, mediante la búsqueda de ayuda profesional específica.   

¿Cómo evitar estigmatizar o reforzar los tabúes que puede haber alrededor del tema?  

Yo creo que no es dándole la espalda al hecho, no es decir no vamos a hablar nada de suicidios, no vamos a difundir nada sobre el suicidio porque si hay una oleada de suicidios, ¿cómo no vamos a cubrir la oleada?  Creo que lo primero, es hacerlo de una manera efectiva, mirar hacia el futuro, asesorarse a través de expertos. Abordar el suicidio con una mirada de prevención para evitar nuevos suicidios; es decir, dar recomendaciones si una persona se siente mal, tiene depresión o algún problema de salud mental, tratar de divulgar que estar mal de la cabeza, tener problemas emocionales y todo eso es algo que le pasa al ser humano, que se debe aceptar, y que se deben buscar ayudas profesionales. 

Además, creo que debemos tener muy presente el respeto a la dignidad humana y creo que, si alguien se quita la vida, merece el mayor respeto del mundo. No importa el contexto en que ocurrió el hecho, debemos ser doblemente delicados en cuanto al tratamiento de su dignidad como persona que se ha quitado la vida.  

¿Ha habido una reflexión con respecto a cómo se informan otro tipo de noticias que pueden causar desesperanza, miedo o angustia? 

Es muy interesante que los medios nos abramos y no seamos especies de casandras que a toda hora estamos enunciando cosas fatales y estamos llamando al pesimismo en todo momento y creo que ahí los medios de comunicación debemos hacer un poquito de reflexión sobre eso y cambiar las dinámicas. 

¿Cómo cree los medios de comunicación del día a día deberían abordar a las fuentes que son familiares o que fueron testigos del evento?  

Yo lo pensaría muy bien, ¿es necesario abordar a esa fuente? ¿abordar a esa fuente aporta a esa información? y si la vamos a abordar ¿de qué manera la vamos a abordar? ¿qué información aportante vamos a derivar de ese abordaje? Entonces, yo no soy muy partidario de hacerlo, salvo que sea un caso muy excepcional, pues una figura pública muy reconocida y pueda haber, no sé, una cosa hipotética, hay fisuras para creer que no fue suicidio, sino que fue un homicidio, entonces ahí sí creo que abordaría a los testimonios para encontrar claves para desenmarañar si fue un suicidio o si fue un homicidio disfrazado de suicidio. Pero yo inicialmente, como editor, no aconsejaría abordar a los parientes, ni a los testigos porque no veo qué puede sacar de ahí. 

¿Cómo se podría hablar de la persona que decidió quitarse la vida?  

Tal vez hacer una especie de perfil del personaje, sin centrarse en el suicidio como tal. Las personas somos más que la manera en la que morimos, yo soy un convencido de eso. Yo creo que un hecho que termina el ciclo vital de alguien no puede marcar lo que fue esa persona por siempre, yo creo que lo abordaría así mientras se trascienda el hecho del suicidio, porque si eso se va a centrar en el hecho del suicidio, yo no compartiría eso en una nota con ese enfoque, para mí sería vergonzoso dejar pasar algo así.  

Finalmente, me comentaba que desde la asociación del Consejo de Redacción se realizaron unos talleres enfocados en la salud mental de los periodistas ¿qué herramientas hay de autocuidado para quienes cubren estos temas? 

La primera es saber tomar pausa, uno primero tiene que protegerse a sí mismo para continuar; la segunda es una reflexión sobre lo que se está pasando, qué está pasando emocionalmente con uno, qué situaciones se están viviendo; y tercero, es la necesidad de cambiar estilos de vida paulatinamente, por ejemplo, delimitar los tiempos del trabajo y de descanso.