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event 15 Septiembre 2022
schedule 28 min.
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Andrea Barraza y Melissa Tellez
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Medellín hizo su salsa

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Entre 1960 y 1990 Medellín fue el epicentro industrial discográfico de la salsa. En esta entrevista con dos tesos de este género, Sergio Santana Archbold y Hernán Darío Usquiano, contamos cómo la capital antioqueña se adaptó y se adueño de la producción de este sonido bestial.

Salsa bongos

 

Hay algunos rumores  de cómo este sonido estridente y oxidado de trombones y trompetas, cueros, güiro, clave y timbal, exportado desde Nueva York, llegó a Medellín. Hay discusiones teóricas de cómo se consolidó. Si es un ritmo o un género. Si es una movida comercial que se inventó la Fania o si es producto de la evolución del son cubano que se mezcló con otros ritmos latinos. Ponerse de acuerdo en estas cuestiones es intrascendente al momento de sentirlo y vivirlo.


Lo que sí es cierto es que la salsa vino a reivindicar el sentir urbano del Caribe. Llegó a narrarlo, a contar con una combinación variopinta de sonidos y un sentimiento colectivo que se extendió por el caribe y sus alrededores. Fue una revolución musical. La ruptura entre la resistencia y el desarraigo que se impuso ante el auge de otros géneros emergentes en Estados Unidos y Europa en la segunda mitad del siglo XX. 


No es solo importante  entender de dónde vino, sino que factores se dieron para asentarse en estas tierras, así como entender quienes la produjeron y la adoptaron. A partir de la segunda mitad de los años 60, Medellín se convirtió en una ciudad productora de música. Distintas casas disqueras, Discos Fuentes, Discos Victoria, Sonolux, Codiscos, entre otras, abrieron sus puertas y empezó una producción masiva de distintos géneros, entre ellos salsa. 


Para entender la entrada y el auge de la producción salsera en Medellín, conversamos con dos 2 investigadores y melómanos de la ciudad expertos en este sonido bestial.   Ellos son Sergio Santana Archbold y Hernán Darío Usquiano.

Sergio Santana Archbold 

Sergio Santana Archbold. Investigador musical, melómano, autor de los libros Yo Rubén Blades, El inolvidable Tito Rodríguez, Medellín tiene su salsa, Mi salsa tiene sandunga; así como también editor de En el mundo en que yo vivo… salsa en Colombia.

Sergio Santana Archbold

Sergio Santana Archbold posando al lado de su más reciente libro “En el mundo en que yo vivo… Salsa en Colombia”. Cortesía de la fuente.

Hay una discusión grande entre algunos investigadores de la música tropical sobre cómo llegó la salsa a Medellín, ¿Su teoría cuál es?

Yo a veces prefiero omitir la cosa y le pongo ironía, digo síi, la salsa entró por Medellín en un avión que aterrizó el 4 de abril de 1965 y trajo los primeros discos de lo que después llamaron salsa, pero eso es una mentira mía pues. Y ahí viene el otro problema, desde cuando empezamos a llamar el cuento de la música cubana empezamos a llamarlo salsa. Esa es otra discusión.

Antes de eso, uno hablaba con los músicos y eso lo empezaron a llamar salsa desde el 68 en adelante, pero yo hacía esa música hace mucho tiempo. Entonces es un cliché, una etiqueta, un nombre, una jugada comercial, entonces eso se vuelve una cosa indefinible. No se sabe cuál fue el primer grupo de salsa. Mientras Michi Sarmiento estaba haciendo sus cosas con lo que estaba sonando como salsa en Nueva York, en Barranquilla lo estaban haciendo otros músicos y en Cali estaban Peregoyo y su combo vacaná. Entonces ponerse a pensar quien fue el primero es intrascendente.

El inicio de la salsa fue algo muy confuso. Incluso llamarlo como tal se tomó su tiempo. La salsa se hacía desde antes que tuviera este nombre. Orquestas locales empezaron a imitar la movida novedosa que se estaba haciendo en Estados Unidos.

Orquestas como los Teen Agers, que tocaban música tropical, lo que conocemos como Chucu chucu, empezaron a incluir en sus producciones musicales guajiras, mambos, descarga. Estos sonidos fueron la antesala de la música afroantillana que más adelante se terminaría convirtiendo en lo que conocemos hoy como salsa.

Lo mismo hicieron el Conjunto Miramar (más adelante sexteto), Peregoyo, Michi Sarmiento, e incluso los Corraleros de Majagual. No era propiamente salsa. La primera producción que tuvo como rubro en el género grabado catalogado como salsa fue en 1969 con el Sexteto Miramar.

A Santana se le preguntó por este tropezado inicio:

¿Dónde pondría usted el punto de arranque de la producción de salsa en Medellín?

El primer grupo salsero en Medellín fue el Sexteto Miramar, que venía de un conjunto que tocaba toda clase de música y tocaba sobre todo guaracha, pero ellos se vuelven salseros porque vinieron a imitar el sonido de Joe Cuba. hicieron temas propios, hicieron boogaloo y de la investigación que yo he hecho, y el primer disco como salsa que salió en Colombia lo sacó el Sexteto Miramar. Se llama “¡Salsa! Mi hermana”, ese disco salió en abril de 1968 por Discos Fuentes.

Para este momento, la salsa aún no era un término conocido para denominar a este sonido. En 1923, Ignacio Piñeiro, músico cubano, utilizó este término para referirse a algo que da sabor, pero fue hasta 1966 cuando en Venezuela se popularizó la palabra ‘Salsa’ por un programa de radio. En 1975 el sello Fania lanzó su película SALSA, cuando se le dio por fin un título oficial a esta mezcla de ritmos que se gestó en Nueva York y que tenía origen en distintos ritmos del caribe.

Entonces, con esta premisa, es simple coincidencia o premonición que el primer álbum del Sexteto Miramar se llamara de esta forma y además incluyera en su repertorio dos temas clasificados como salsa.  

Sexteto Miramar

Sobre producciones posteriores Santana dijo lo siguiente:

Más adelante Michi Sarmiento sacó un disco con el título “¡Salsa picante!”, los Corraleros de Majagual sacaron en el 70 otro con título “Ésta si es salsa”, pero ese es el dato que yo tengo.

Esto no quiere decir que ellos fueron los primeros que tocaron, no. Antes de eso ya había otros grupos en Barranquilla que tocaban cosas de Cortijo y su combo y Ray Barreto que después se llamaría salsa, lo mismo en Cali.

Salsa picante

 

En ambos discos, no tienen temas catalogados como salsa propiamente. Esta es la muestra de que aún no se tenía claro un nombre definido.

 

¿En qué punto entonces se consolida la salsa en Medellín?

La definitiva es cuando surge Fruko y sus tesos en 1970. Fruko tuvo cosas muy visionarias. En un mismo grupo, siendo él paisa, le da por meter cantantes de los dos frentes, uno de la costa caribe, Joe Arroyo, y el otro de la costa pacífica, Saoko. Si aquí la pelea está entre Barranquilla, Cartagena y Cali, como las pioneras. Lo que hizo Fruko y sus tesos sonó en todas partes, Los charcos, el ausente, todas esas canciones, hasta que en el 75 sale El preso. El preso tiene la particularidad que el compositor es de Medellín, la orquesta es de Medellín y el cantante es de Cali que fue Wilson Manyoma.

A mí me preguntan en el exterior cuando estoy conversando con personas, que resuma la salsa colombiana en tres temas y mi respuesta siempre es El preso, Rebelión y Cali pachanguero, son los tres temas que identifican la salsa colombiana.

Hernán Darío Usquiano

A Hernán lo conocen como el narrador oral de la música tropical en Medellín, el señor de las historias, la biblioteca de la música tropical. Ha sido locutor, presentador de televisión, promotor musical, ha trabajado en las disqueras más importantes del país y en los últimos 10 años ha presentado el programa de música en vivo La viejoteca en Telemedellín.

 Hernán Darío Usquiano

Con él conversamos sobre cómo la salsa fue ganando terreno en una Colombia donde la cumbia ya había hecho de las suyas y la música tropical estaba tomando fuerza internacional.

¿Cómo fue esa transición entre la música tropical y la salsa?

Ya la salsa en Colombia la habían hecho los Miramar y la habían hecho los teen agers, Gustavo Quintero grabó pachangas. Pero de una manera muy camuflada era un ritmo que era mirado y escuchado. Como que era de barriada. Fruko fue el primero que en un Long Play que se llama tesura se atrevió a poner que era un long play de salsa. Arranca Fruko y sus tesos y tienen muchos éxitos. Y gracias a Fruko en Medellín aprendimos a escuchar, a bailar y a dedicar la salsa. Entonces eso despertó un momento salsero en Medellín muy importante

Fruko y sus tesos

Fruko y sus tesos fue la primera agrupación que se denominó a sí misma como una orquesta de salsa.

 

¿Que se escuchaba en Medellín por estos años que permitió la entrada de la salsa?

Medellín se volvió una ciudad más cosmopolita musicalmente; ya se escuchaba la parranda, el vals y los boleros de Julio Jaramillo, el tropical con Gustavo Quintero, Rodolfo Aicardi y entonces las disqueras tenían que entrar en el comercio de la salsa. Discos Fuentes fue la que dio la cuota inicial y entonces un día cualquiera el gerente de Codiscos en Bogotá vio en una situación económica muy difícil a Jairo Varela, le estaban haciendo un lanzamiento donde vivía, le echaron las cositas a la calle, y Fernando López lo cogió y le dijo ‘¿usted quiere grabar en codiscos?’, ya él había grabado en un sello discográfico que se llamaba Daro y se los trajo a grabar a Medellín.

 

El 70% de la producción salsera en Medellín entre 1963 y 1985 estuvo hecha en los estudios de Discos Fuentes.

 

De Fruko y sus tesos, pioneros en la Salsa made in Medellín al Grupo Niche hay aproximadamente 10 años de diferencia. Jairo Varela llegó a grabar a Medellín en el año 81. Hablemos de esa primera década. ¿Qué se hacía en salsa?

Se hacían cosas salseras, pero muy leves. Fruko aparte fue tan teso, que le puso competencia a Fruko y sus tesos con los Latín Brothers, que fue una copia una de la de la Dimensión Latina. Pero era que a nosotros nos surtían de salsa muy bien hecha del extranjero entonces llega Niche y eso despierta a las otras disqueras a hacer salsa. Y es que en la salsa no había tanta discusión, porque sólo había una emisora.

¿Cómo se vivió la esfera salsera por esos años en la ciudad?

En cualquier esquina de Medellín usted encontraba un compositor, un cantante. Usted en Bomboná con el Palo encontraba a Jairo Varela fumándose un Marlboro y tratando de organizar las letras románticas que ya grababa el Grupo Niche. Sitios muy famosos, como el Goce Pagano, el Callejón del Gato, muchos sitios en donde solo se escuchaba salsa. Y eso dejó en Medellín una cultura salsera que inclusive desde hace unos 33 años detrás de la idea de la emisora Claridad nace Latina Stereo. Latina Stereo es la única emisora del mundo donde se pone salsa las 24 horas al día.

 

En esta línea del tiempo vemos la producción de Salsa que se hizo en Medellín entre 1965 y 1985 en las principales casas disqueras de la ciudad. Haz clic sobre cualquiera y descubre un universo de sabor y guaguancó made in Medellín.

 

 

En la segunda mitad de los años 70 se agudizó la producción salsera. Fruko y sus tesos fue la orquesta que más producción musical tuvo y se mantuvo más constante en el tiempo
¿Qué pasó con la salsa después de esa dorada época de los 70?

El género bajo la producción. Salían temas, pero ya no eran tan exitosos. ¿Qué pasó con la salsa hecha en Medellín? y quien dice Medellín dice Colombia, porque este era el epicentro de la producción salsera.

Entonces en mi parecer, ¿qué pasó? se pierde el parámetro de esa salsa, de Fruko en Medellín. Y no la siguió haciendo ninguna otra disquera, nos empeñamos en traer salsa del exterior. Cambiaron de protagonistas. Fueron muchas las cosas que hicieron que ese género bajará en producción y difusión. Además, superar lo que hizo Fruko en ese momento era muy difícil.

 

Fruko se convirtió en el productor artístico más importante de Discos Fuentes. Tenía a su cargo distintas orquestas. Empezaron las giras y se perdió el foco de la producción. Se empezaron a traer más orquestas del extranjero y la producción disminuyó.

 

Playlist de la salsa en Medellín

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