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La ciudad acoge este evento global que reúne a más de 20 000 personas, incluidos 10 presidentes y delegaciones de 196 países. Durante doce días, Cali enfrentará el desafío de garantizar la seguridad, con ocho grupos disidentes de las FARC y dos frentes del ELN operando cerca. Los atentados recientes y la amenaza de la delincuencia común han elevado las alertas. La COP16 no es solo una cumbre ambiental, sino un pulso entre el gobierno de Gustavo Petro, su plan de Paz Total, y la violencia en la región.

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El gobierno de Gustavo Petro ha estado envuelto en polémicas incluso desde antes de que fuera elegido como presidente de Colombia y a día de hoy, a poco más de dos años de haber asumido el poder, está enfrentando, tal vez, la polémica más grande a lo largo de su mandato presidencial.

Desde finales de agosto Petro ha estado en el ojo del huracán por polémicas declaraciones, se refirió a las periodistas como “muñecas de la mafia” lo que ocasionó que el Consejo de Estado admitiera una tutela en su contra con el objetivo de que se retracte de sus declaraciones y ofrezca disculpas públicas a las mujeres periodistas que se vieron realmente afectadas por su declaración, también ha acusado al gobierno de su predecesor Iván Duque de utilizar un software espía para obtener información de la oposición durante el estallido social de 2021 y previo a las elecciones presidenciales.

Finalmente, en los últimos días ha hecho varias declaraciones afirmando que es objetivo de un atentado con el que se buscaría acabar con su vida antes de diciembre. “La idea que tienen es llenar una volqueta con dinamita y explosivos y, con información interna de mi rutina, hacerla volar a mi paso, ese es el operativo de mi muerte” fue lo que expresó el mandatario durante la Asamblea Nacional Popular que se llevó a cabo en la Universidad Nacional de Bogotá.

Esta no es la primera vez que hace este tipo de afirmaciones, puesto que en abril habría informado que lo querían sacar de la presidencia antes de agosto de 2026, cuando terminaría su mandato, esto después de las manifestaciones de la oposición del 21 de abril y como respuesta al periodista Felipe Zuleta Lleras que a través de su cuenta de X afirmó que “La única manera de sacar al señor presidente @petrogustavo es con paro cívico como le hicieron a Rojas en 1957. Es apagarle el país. Señores de los bancos, transportadores. Supermercados. Por favor salvemos al país” Por la misma red social Petro dijo que “El proyecto democrático está en peligro. Aquí lo que quieren es tumbar al gobierno popular y matar el presidente. La contra a este odio es más pueblo en las calles decidiendo”.

También a inicios de agosto el ministro de Defensa, Iván Velásquez, manifestaría que recibió información de un plan para asesinar al presidente el pasado 20 de julio, durante el desfile militar celebrado en la conmemoración de la independencia de Colombia. Esta declaración fue emitida, por parte del sector de defensa, después de la rendición de cuentas de los dos años del Gobierno Petro, pero la presidencia reservó toda información sobre el tema.

Hasta la fecha el presidente Petro no ha presentado pruebas que den veracidad a los supuestos planes para asesinarlo, y si bien se podría tratar de algún caso de delirios de persecución, que le harían creer de manera injustificada que hay personas conspirando en su contra, también puede ser que no esté errado en sus creencias puesto que Colombia ha sido históricamente un país gobernado por la derecha y existen casos como el de Jorge Eliecer Gaitán, líder  del partido liberal que se expresaría en varias ocasiones contra el gobierno conservador y sería asesinado como muchos otros líderes sociales y políticos, por lo que no sería algo nuevo pensar que Gustavo Petro, siendo un político de izquierda y que le ha apostado al “cambio” en Colombia, pueda ser sujeto de atentados contra su vida, pero solo con el tiempo, y pruebas concisas, el pueblo colombiano podrá saber cuál es la verdad.

Esta es una crónica de Universo Centro en la que seis mujeres y una niña que residen en Medellín les contaron las heridas que ha dejado en ellas la explotación sexual que comienza desde la infancia. Las menores aún se rebuscan la vida en las calles. También, a través de un rastreo en el Archivo Histórico Judicial de la ciudad, hablaron con mujeres de otros tiempos. Con horror comprobaron que es poco lo que ha cambiado.

Desde material audiovisual, pasando por camisetas, gorras y todo tipo de mercancía relacionada al narcotráfico, son apenas unos de los cuantos elementos que usan para llegar a la creación de lo que parece ser un movimiento rodeado y dedicado al endiosamiento de figuras como la de Pablo Escobar en Colombia, el Chapo Guzmán en México o los caribeños Augusto Guillermo Falcón y Salvador Magluta.

La Agropecuaria Carmen de Bolívar, propiedad de esta familia, también fundadora de la empresa de lácteos Colanta, no ha podido demostrar que compró de buena fe exenta de culpa predios en los Montes de María, una región marcada por la violencia donde miles de campesinos se vieron obligados a dejar sus tierras. En uno de los casos, una familia lleva más de 20 años buscando la restitución.

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En Colombia, Fiyi se convirtió en la selección más goleada de la historia de los mundiales femeninos sub-20. Sin embargo, no parecen ser perdedoras; ganaron de los y las medellinenses cantos, esperanza y sonrisas.