“Una cosa es el carro eléctrico y otra es el mundo eléctrico”: José Clopatofsky habla del panorama de la movilidad eléctrica en Colombia

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29 octubre, 2025
Por: Ronaldo Kury | ronaldo.kury@udea.edu.co

El periodista, reconocido por su larga trayectoria como director de la revista Motor, muestra su postura respecto al aumento de ventas de vehículos eléctricos en el país.

Foto: Facebook Jose Clopatofsky.
Foto: Facebook Jose Clopatofsky.

José Clopatofsky se ha consolidado como una de las voces más reconocidas del sector automotor en Colombia. Su trayectoria en la Casa Editorial El Tiempo abarca 58 años, en los que ha cubierto deportes, política y múltiples frentes informativos. Sin embargo, su especialización en el mundo del automóvil —campo en el que fue pionero hace más de cuatro décadas y en el que hoy dirige la revista Motor— lo ha convertido en referente indiscutible en el análisis y la divulgación de la movilidad en el país. En esta entrevista, comparte su visión sobre los retos y el futuro de la movilidad eléctrica en el país, a propósito del aumento en las ventas de este tipo de vehículos en el país.

Las ventas de automóviles eléctricos hasta agosto de este año, comparado con la etapa entre enero y agosto del año pasado, han crecido en un 176 %, según datos de Fenalco. ¿A qué se debe ese crecimiento?

Hay varias razones. Proporcionalmente los automóviles eléctricos tienen un precio relativamente accesible en Colombia debido a que no pagan impuestos. Si estuviera en el mismo régimen de todos los demás carros serían muchísimo más caros.

Segundo, hay una tendencia de moda de la gente interesada en vincularse a esto, de la experiencia del carro eléctrico, no solamente de acá, de Colombia, es de la clientela mundial. Mucha gente lo está comprando para eludir el pico y placa también.

La marca que más ha aumentado sus ventas en cuanto a vehículos eléctricos es una marca china. ¿De alguna u otra manera rompe ese pensamiento de que los vehículos que vienen de China son de mala calidad?

Están llegando carros de China mucho mejor confeccionados, la calidad de ese país ha progresado una barbaridad y esto obedece también a las órdenes del gobierno chino, porque hace muchos años les dieron a todos los comerciantes una pauta de comportamiento de calidad.

Pero hay que esperar. Estamos juzgando un carro que tiene un año o dos en el mercado mundial, contra los vehículos que tienen toda una historia. Obviamente, hay otro factor que facilita mucho, y es que la mecánica eléctrica es muy simple. El motor eléctrico tiene muy pocos componentes, es un motor genérico que está inventado, lo hay en la licuadora, en la nevera, lo hay en mil cantidades de máquinas. El carro tiene un futuro, pero no es un futuro total. Hay que mezclar todas las tecnologías para la movilidad del mundo.

Los objetivos gubernamentales con los vehículos eléctricos se impulsan por toda una narrativa de cuidar el medio ambiente. ¿Usted considera que ese objetivo sí se cumple?

Seguramente muchas personas lo hacen por una conciencia ambiental, muy bienvenida, pero no hay una proporcionalidad conocida al respecto. Yo creo que hay un problema y es que, pues es muy fácil sentarse en un escritorio, en un parlamento, hacer unos votos y decir en el año 2035 todos los carros deben ser eléctricos.

Es muy fácil, como dijo el presidente cuando era alcalde o ahora, que el año siguiente todos los taxis de Bogotá y del país deben ser eléctricos y no ha llegado al primero.

Está totalmente claro que en el 2035 no hay forma de atender el parque mundial de eléctricos, no hay forma de producirlos, ni de introducirlos, ni de cargarlos.  Entonces, eso es una cosa utópica, bastante fantasiosa, todas esas cifras que se dan no son reales, no son cumplibles y tiene que haber un ajuste.

El ciudadano, en general, puede desconocer ese contraste entre dónde se fabrican y dónde van a ser utilizados estos vehículos finalmente. Por ejemplo: la geografía o la infraestructura del territorio, de alguna manera, puede ser un factor que se vea como un obstáculo para los fabricantes. ¿Qué avances hay en ese aspecto?

Hay muchas cosas que todavía falta conciliar, porque una cosa es el carro eléctrico y otra es el mundo eléctrico. Un carro eléctrico está inventado, pero alimentarlos, cargarlos, darles viabilidad operativa, es muy complicado. Uno dice, bueno, en Estados Unidos ya pusieron 120 mil cargadores, pues necesitan 500 mil; en Colombia hay 40, o 50, o 60, necesitamos 400. Entonces todo ese mundo eléctrico falta por desarrollarlo para que el automóvil eléctrico fuera universal y único. Eso no va a pasar, no puede pasar. 

La industria del automóvil no vende electricidad, no vende gasolina. A ellos les dijeron ‘hagan carros cero emisiones.’ Ahí están, pero los gobiernos tienen la obligación, no solamente en Colombia, sino en el mundo, de proveer la energía para que ese tipo de vehículos funcione con la misma capacidad y autonomía de los de gasolina o diésel.

Con toda esta información, ¿usted qué le puede recomendar a la persona que en ese momento planea comprar un nuevo vehículo?

Pues yo le diría que haría un revuelto: los híbridos, los que son de verdad híbridos y que aportan electricidad. Son una solución bastante inteligente y neutra con respecto a todas las cosas que hemos planteado, porque funciona en gasolina indefinidamente, aporta electricidad y aporta beneficio al medio ambiente; no tiene pico y placa, tiene también reducciones en impuestos, el híbrido de alguna forma ofrece lo mejor de los dos mundos.

El comprador de eléctrico debe conocer muy bien el mundo donde se va a meter, conocer bien la forma como va a operar y ver que eso le convenga, que le funcione para su diaria movilidad, porque el carro eléctrico no se puede comprar por goma.

Usted anteriormente ya había hablado un poco sobre el tema de la vida útil de estos vehículos, mencionando que una batería tiene un costo bastante considerable respecto al valor del carro. ¿Vale la pena lo que se supone que uno se ahorra en cuanto a gasolina y demás, respecto a los costos por esto de la vida útil?

A ver, ese cuento con la gasolina que me ahorro 100 mil o 150 mil pesos mensuales, pues realmente no es significativo en un carro que vale 140 o 150 millones de pesos o 100 millones los más baratos. Yo creo que el que tiene para el güisqui tiene para el hielo.

En un carro de 100 millones de pesos la batería aporta un 35 % del peso, una batería de un carro de esos pesa fácilmente 120 kilos, y hoy en día, dentro del precio final puede representar el 30 %. Si usted lo va a vender dentro de cinco años, puede valer 60 millones en vez de 100 por la depreciación. Y si necesita cambiar la batería, esta sigue costando los 40 o 50 millones, o sea que probablemente si usted tiene un percance con la batería, dentro de esos años la batería va a valer más que el carro y no la puede reponer.

¿Usted no se cambia para el eléctrico por ahora?

Yo prefiero la mecánica, el motor, la caja y tal, uno es tradicionalista. Se me puede notar como si yo fuera un enemigo del carro eléctrico. En absoluto, me parece genial manejarlo. Pero sí hay que poner en el escenario todos los pros y los contras que tiene. Más bien soy amigo del comprador potencial, por eso trato de que todo quede muy claro antes de que tome una decisión.

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