Trabajar por los sueños, así no se cumplan en vida: El activismo y las letras de Gioconda Belli

Gioconda Belli en el Hay Festival Jericó 2025

En el Hay Festival Jericó, conversamos con Gioconda Belli sobre el contexto actual de la región y las resistencias latinoamericanas, su obra, y cómo esta va de la mano con su labor activista en Centroamérica.  Esta entrevista es un trabajo en conjunto entre Contexto (UPB), Bitácora (EAFIT) y De la Urbe (UdeA) como parte del cubrimiento de medios universitarios al Hay Festival Jericó 2025.  El calor en Jericó golpea con fuerza a los más de 13.000 asistentes del Hay Festival 2025, el cual se realiza hace siete años en este municipio del Suroeste antioqueño. El sol se filtra por el pozo de luz del museo MAJA, donde se reúnen periodistas de un sinnúmero de medios de comunicación que esperan su turno para entrevistar a los invitados de la jornada: escritores, artistas y periodistas que se sientan a conversar y cuestionar. Es inevitable notar la presencia de una imponente mujer en el recinto. Su larga y frondosa cabellera clara resalta en su vestimenta oscura, y un par de lentes de sol adornan su rostro mientras cruza las piernas y bebe un poco de café. Habla en un tono bajo, casi como si sus respuestas fueran un secreto entre ella y el entrevistador. Hace señas para invitarnos a pasar junto a ella en una pequeña mesa y agradece nuestra presencia conjunta. Así empezó nuestra conversación con Gioconda Belli. Poeta y novelista nicaragüense que, durante la dictadura de Anastasio Somoza, en los años setenta, hizo parte de las filas del Frente Sandinista de Liberación Nacional, lo que la llevó a ser perseguida. Tras el triunfo de la revolución Sandinista hizo parte del Frente de Liberación Nacional de Nicaragua, pero se separó de este en 1993 y tomó una postura crítica frente a las políticas del gobierno. En 2021 se exilió en España y en 2023 la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo le quitó su nacionalidad, por lo que adoptó la chilena en ese momento, y posteriormente, en 2024 la española. Su obra, influenciada por sus experiencias como activista y marcada por el ambiente político tan complejo de Centroamérica, abarca el feminismo y las luchas por la justicia social. Estas son algunas de las reflexiones que deja Gioconda frente al panorama actual de América Latina al que se enfrentan jóvenes escritores. Partiendo de la realidad latinoamericana y más específicamente de lo que pasa en Centroamérica, ¿cómo ha influido eso en su obra como escritora? Yo siempre les recomiendo a los que quieren escribir que lo primero que tienen que hacer es vivir. Entonces, mi trabajo está inspirado en lo que yo he vivido y, ¿qué es lo que yo he vivido como latinoamericana? Viví una época muy tormentosa, una época de muchos cambios que fueron los 70, los 80, los 90… y entonces esa vivencia me ha dado la clara idea de que en América Latina todavía estamos en cambios geológicos, que todavía estamos en erupción, hay magma. Todavía estamos en desarrollo y tenemos procesos bien complicados, pero también tenemos pueblos que son maravillosamente ingeniosos, inteligentes y que saben lo que quieren. Entonces pienso que es un reto para la estructura que hay en la mentalidad política de América Latina y que todavía le falta evolucionar mucho. De la mano de toda esa influencia ¿qué implican para usted, como mujer, todas esas realidades y todas esas vivencias al momento de escribir? Bueno, es que me inspiran. Porque la poesía para mí es mágica, es como un algo que se va alimentando de mi propia experiencia y de repente quiere salir en forma de palabras. Entonces, en ese momento lo escribo. Pero, claro, ¿qué implica para mí? Implica tener un corazón, tener la capacidad de sentir y de tener empatía de lo que está pasando. Y eso es una cosa que no se las puedo explicar. La razón que es el detonante para mi literatura creo que ha sido la lectura en gran parte. Todo lo he tenido que experimentar, y creo mucho en la capacidad de la palabra para cambiar el mundo. Precisamente, ya que hablamos un poco de ese papel, del contexto social y político de Latinoamérica, desde su perspectiva como mujer y como activista, ¿qué papel juega la literatura en la construcción de identidades femeninas y en la lucha contra los estereotipos de género? Juega un papel sumamente importante, porque, además, las mujeres jóvenes la tienen que seguir haciendo. Y para que persista, también tienen que seguir esa revolución personal, porque ahorita la mujer está sujeta a un montón de demandas consumistas de la sociedad que no nos quiere dejar avanzar, nos tiene miedo. Entonces, las mujeres tienen la responsabilidad, para mí fundamental, de lo que va a pasar en el futuro en América Latina. Porque si cambia la relación hombre-mujer, va a cambiar la cultura. Y eso es lo que tenemos que hacer que cambie, porque todavía existe esa dominación, esa subordinación de la gente tiene que ver con esa primera subordinación y explotación que es la de la mujer. «Hay que tener la paciencia para darse cuenta de que la historia es muy larga, que los procesos históricos son muy largos y que nuestros sueños a lo mejor no se van a cumplir en nuestra vida, pero que, si se van a cumplir, tiene que ser porque nosotros vamos a trabajar por ellos desde ahora». Gioconda Belli ¿Cómo cree que su obra ha contribuido a visibilizar esas experiencias de mujeres tanto de Nicaragua como de toda América Latina? Yo no soy quién para decir cómo ha contribuido, pero sí siento que mis lectoras y mis lectores me han apreciado. Me lo dicen con mucha frecuencia, que lo que yo he hecho les ha hecho sentirse de otra manera, que les ha hecho percibirse a sí mismos de otras maneras. Por ejemplo, los hombres ven a las mujeres de otra manera porque mi posición feminista no es contra los hombres, sino es más bien invitarlos a cambiar el mundo con la mujer. Porque parte de todo lo que

Historias en tacones: arte y activismo drag

Laika es una amante y coleccionista de pelucas, y desde hace varios años se dedica también a venderlas. Foto: cortesía.

Sus tacones pisan con fuerza cuando están en el escenario, tienen claro que ser drag es más que maquillaje y pelucas. Laika, Myth, Tasha, Bruna y Amalía son cinco drag queens de Medellín que luchan por darle más visibilidad a este arte; a traves de sus historias exploramos la pasión y el activismo que impulsan a estas artistas a transformar el escenario con su brillantez y creatividad. Cada perfil revela las vivencias personales, desafíos y triunfos que definen su carrera, ofreciendo una mirada íntima sobre el panorama drag local.   Laika Viryin: toda una vida en el escenario Una fusión entre la cultura pop y una estética señorial dan vida a esta comedy queen, Laika Viryin, una drag  teatrera que no encaja en el ambiente de discoteca. Hacer reír es lo suyo, y para eso se ha posicionado como un personaje que no teme desafiar convenciones y ofrecer una visión clásica pero a la vez refrescante dentro de la escena artística de Medellín. Laika es una amante y coleccionista de pelucas, y desde hace varios años se dedica también a venderlas. Foto: cortesía. Detrás de Laika se encuentra Ítalo Cardozo, un teatrero de 49 años, maestro en artes representativas de la Universidad de Antioquia, que ha pasado la mayor parte de su vida sobre un escenario. Nunca ha indagado profundamente si el teatro es una vocación; sin embargo, desde su infancia, siempre estuvo seguro de que pertenecía a ese mundo. El nombre de Laika Viryin se inspira en dos figuras icónicas: la canción de 1984 «Like a Virgin» de Madonna y Laika, la perra soviética que en 1957 se convirtió en el primer ser vivo en orbitar la tierra. Desde sus inicios se ha distinguido no sólo por su presencia escénica, sino también por la profundidad de su construcción y el propósito artístico que tiene: dar un buen show. Antes de Laika existió La Chiqui, un personaje que de algún modo sirvió de inspiración para su creación. La Chiqui, protagonista de la obra “¡Ay! Días Chiqui” del dramaturgo José Manuel Freidel (1951- 1990) es una travesti que reside en un sórdido sótano y se enfrenta a la desaparición de sus amigas travestis, así como a la persecución del Estado hacia diversas orientaciones sexuales. Italo la personifica desde 2011, y de ella extrajo muchas características para crear a Laika en 2017. A diferencia de La Chiqui, Laika está construida desde la exageración de lo femenino con un enfoque en la comedia y el espectáculo. Mientras La Chiqui se inclina más hacia lo trans y el travestismo, Laika es una comedy queen. No se alinea con las fashion queens que realizan complejas coreografías de baile, sino que prefiere la música de plancha, haciendo Lip Sync y coreografías sencillas. Su principal objetivo es hacer reír.  “Siempre me he considerado un payaso, yo entro en lo que es más una comedy queen. Desde 2005, he sido un improvisador teatral, entonces mis shows tienen mucho de eso.” La incursión de Ítalo en el mundo drag con Laika Viryin no solo ha sido un viaje personal, sino también una contribución significativa al panorama artístico de Medellín. En 2020, colaboró con otras drags locales como Tasha West y Myth, The Drag Queen, para formar Drag Varieté. Este grupo se consolida como una forma de resistencia artística, que ocupa un espacio importante en la escena cultural de la ciudad y contribuye para que el drag sea acogido en otros espacios como el teatro, en los que si bien ya existen representaciones muy similares, no se presentan como tal de esta manera.  Laika se describe como una «señora drag» que disfruta de la música de plancha y evita el dramatismo de artistas como Isabel Pantoja. Esto subraya su preferencia por lo ligero y humorístico sobre lo dramático y trágico. Su caracterización va más allá de las actuaciones, reflejando una personalidad que busca conectar con su audiencia a través de la risa y la empatía. Cuando está en personaje gesticula de una manera ante la cual es imposible no sacar cuando menos una carcajada, pero cuando se quita el maquillaje y es Ítalo, tiene un rostro sereno, serio, casi enigmático.  En cuanto al panorama actual de Medellín para hacer teatro, tiene la convicción de que los procesos deben rejuvenecerse. Considera crucial dar espacio a nuevas generaciones para integrarse en los procesos artísticos. Aunque reconoce la consolidación de grupos establecidos en Medellín, como Matacandelas, Acción Impro y Teatriados, enfatiza en la importancia de abrir las puertas a generaciones emergentes. Su creencia reside en que los procesos artísticos, al igual que las personas, deben evolucionar y renovarse para mantenerse vibrantes y relevantes. Del mismo modo, cree que las nuevas generaciones deben crear sus propios espacios. Laika es fiel creyente de que si uno no encuentra su espacio en los grupos existentes, la opción es crear su propio espacio y rodearse de personas que compartan la misma visión. Para ella, el concepto de familia trasciende lo biológico y se materializa en el grupo que uno forma alrededor de sí mismo, y eso se ve mucho en el teatro.  En su caso ha formado una gran familia con Drag Varieté; en la que es tratada como la abuela del grupo por ser la persona de mayor edad.  “A mí me molestan mucho por la edad, y yo digo ‘si, yo soy la vieja’, me reconozco como alguien mayor y acepto mis limitaciones. Sin embargo, es importante tener una base sólida para tu personaje. Tu creación debe estar fundamentada en algo profundo que perdure.” Este año ha estado un poco alejada de los escenarios, y no, no está enfocada en su participación en el reinado de la tercera edad del hospital mental de Bello, como lo publicó Drag Varieté en su perfil de instagram para responder ante las dudas respecto a su desaparición. Decidió bajarse de los tacones por un tiempo y tomarse un descanso para trabajar en otros proyectos, sin embargo, aún hay Laika para rato.    Myth, The Drag Queen: “un mito es algo que

Drag: Arte, Diversidad y Expresión

Integrantes de Cultura Drag Medellín (CDM), colectivo drag de la ciudad. FOTO recuperada de @culturadragmed

En el marco de la celebración del mes del orgullo LGBTIQ+, De la Urbe presenta un especial dedicado a un fenómeno cultural global que desafía normas, celebra la diversidad y promueve la autoexpresión: el drag. Conocerás las historias de artistas de Medellín que se dedican a este arte y cómo crean sus espectáculos. Sin embargo, es fundamental que tengas un contexto adecuado sobre el arte drag antes de adentrarte en este fascinante panorama. Rupaul, ícono drag creadora del programa RuPaul’s Drag Race. Foto recuperada de @rupaulofficial ¿Qué es el drag? El drag es una forma de expresión artística y cultural en la cual las personas (llamadas drag queens o drag kings) se visten y actúan de manera exagerada y teatral. Por lo general, implica el uso de vestimenta llamativa, maquillaje elaborado y una actuación teatral que puede incluir canto, baile, y comedia. Las drag queens son hombres que se visten y actúan como mujeres de manera exagerada, mientras que los drag kings son mujeres que adoptan una apariencia y comportamiento exageradamente masculino. Muchas veces, las presentaciones drag también pueden incluir elementos de crítica social, humor satírico y parodia de roles de género tradicionales.   Historia del drag El drag es mucho más que un arte escénico; es una forma de expresión que desafía y transforma las normas de género y la percepción pública. Aunque su origen es un tanto confuso, algunas teorías apuntan a que esta manifestación artística tiene sus raíces en el siglo XVI en Inglaterra, donde inicialmente se desarrolló en los espectáculos del teatro isabelino. En aquel entonces, las mujeres no tenían permitido actuar en público, por lo que eran hombres quienes asumían roles femeninos dentro del teatro.  Algunas versiones sugieren que, históricamente, el término «drag» se originó del verbo inglés «to drag», que significa arrastrar, haciendo referencia a cómo los hombres que interpretaban papeles femeninos arrastraban sus vestidos por el suelo durante las actuaciones teatrales, otras versiones señalan que es el acrónimo de “dress as a girl” (vestirse como chica). Esta práctica fue evolucionando con el tiempo, encontrando su camino en el vodevil estadounidense, como se llamó a un tipo de espectáculo en el que se representaban sketches cómicos, bailes, cantos y otras variedades, en los que la personificación de lo femenino por hombres se convirtió en una faceta prominente del espectáculo. Un hito crucial en la historia del drag fue la figura de Julian Eltinge, una drag queen que alcanzó gran popularidad en el vodevil a principios del siglo XX. Eltinge no sólo desafiaba las convenciones de género de su tiempo, sino que también se destacaba por su habilidad para interpretar roles femeninos de manera convincente, lo que le llevó a ser reconocido como uno de los actores mejor pagados de su época. Julian Eltinge, actor de teatro y cine estadounidense, conocido sobre todo por sus transformaciones de mujer. Foto recuperada de https://legacyprojectchicago.org/person/julian-eltinge  Julian Eltinge, actor de teatro y cine estadounidense, conocido sobre todo por sus transformaciones de mujer. Foto recuperada de https://legacyprojectchicago.org/person/julian-eltinge  A medida que el siglo XX avanzaba, el drag se convirtió en un refugio y una forma de resistencia para la población  LGBTIQ+ frente a la creciente represión social. En los Estados Unidos, especialmente en lugares como Nueva York, surgieron las primeras manifestaciones de la cultura drag «ball», que combinaba elementos de moda, baile, y performance. Estos «balls» proporcionaban un espacio seguro donde las personas podían expresar su identidad de género y sexualidad de manera libre y creativa. Las décadas de 1950 y 1960 fueron testigo de un cambio significativo con respecto al reconocimiento y visibilidad del drag. Aunque la represión seguía siendo una realidad para muchas personas LGBTIQ+, la comunidad drag comenzó a emerger más abiertamente en la cultura popular, influenciando la música, el cine y el arte en general. Figuras como Flawless Sabrina organizaron concursos de drag que no solo celebraban la creatividad y el talento, sino que también desafiaban las normas sociales establecidas. Sin embargo, fue en la década de 1990 cuando el drag experimentó una transformación radical con la llegada de RuPaul Charles al escenario público. RuPaul, quien se convertiría en una de las drag queens más influyentes y reconocidas a nivel mundial, comenzó su carrera en la industria del entretenimiento como modelo y luego como cantante. Su éxito alcanzó su pico con el lanzamiento de la canción «Supermodel (You Better Work)» en 1992, que se convirtió en un himno para la comunidad drag y le catapultó a la fama internacional.   RuPaul’s Drag Race: la globalización del drag El impacto de RuPaul en la cultura drag no se detuvo ahí. En 2009, creó y presentó el exitoso programa de televisión RuPaul’s Drag Race, que revolucionó la forma en que el mundo percibía y comprendía el arte drag. Este programa no solo puso de relieve la diversidad y el talento dentro de la comunidad drag, sino que también proporcionó una plataforma para que las drag queens de todo el mundo mostraran sus habilidades en una competencia amistosa y divertida. RuPaul’s Drag Race se convirtió rápidamente en un fenómeno cultural global, con versiones adaptadas en varios países y una base de seguidores apasionados. El programa no solo celebra el arte del drag, sino que también aborda temas importantes como la identidad, la aceptación y la lucha contra la discriminación. Además, ha lanzado al estrellato a numerosas drag queens que ahora son íconos de la moda y la cultura pop contemporánea como Sasha Velour y Manila Luzon.    Categorías del drag Algo a tener en cuenta son las categorías que existen dentro del drag, algunas de las más destacadas son:   Fashion queen: son conocidas por su capacidad para crear y presentar looks de moda espectaculares y únicos. Estas reinas utilizan la moda como una forma de expresión artística, transformando estilos con creatividad y habilidad en concursos y eventos LGBTQ+, impresionando con su estilo visual y narrativa personal. Comedy queen: se caracterizan por su habilidad para entretener y hacer reír al público utilizando humor, sátira y exageración. Estas reinas del