Durante los cinco años que lleva Jacobo en el AETCR Llano Grande se ha capacitado en masajes, yoga y alimentación sana. Sueña con montar un spa con los ocho millones que le corresponden a cada firmante para sus proyectos productivos. La asignación única de dos millones del Gobierno para la reincorporación la gastó en un computador y un concierto de rock en Manizales. Perfil de un excombatiente que dejó las armas, pero defiende la vigencia de sus ideas.
Los reincorporados del Antiguo Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (AETCR) de Llano Grande, en las montañas de Dabeiba, pasan sus días entre promesas de vivienda, aires de resistencia y esfuerzos de trabajo.